La racha negativa se acabó y el Atlético de Madrid C por fin se reencontró con la victoria. Y encima ante el Real Madrid C en un derbi en el que una serie de circunstancias negativas, paradójicamente se convirtieron en positivas para los intereses rojiblancos. Y es que, para empezar, a los 23 minutos Pulido caía lesionado, lo que obligó a Alejandro Sánchez a tocar el equipo, pues el que le sustituyó fue un centrocampista como Vidal, no un central. Y, curiosamente, fue el mediocampista el que inauguró el marcador cuando apenas llevaba dos minutos sobre el terreno de juego.

El Atlético C sufrió otro golpe en forma de lesión cuando el goleador rojiblanco tenía que abandonar el terreno de juego antes de que se alcanzara el descanso. Lucas ocupó el lugar de Vidal y cuando no se había cubierto el primer cuarto de hora del segundo tiempo marcaba el segundo gol del equipo, que ya fue definitivo.

El Atlético de Madrid C mostró una gran intensidad desde el inicio y no permitió que el rival se metiera de lleno en el partido en ningún momento. El Real Madrid C apretó por momentos, pero los rojiblancos blindaron perfectamente a Joel.

ATLÉTICO DE MADRID C, 2 (Vidal y Lucas); REAL MADRID C, 0.

Atlético de Madrid C: Joel; Quique, Pulido (Vidal, 23’) (Lucas, 39’), Martín, Rafaelete; Nando, Ismael, Hernández, Jiménez, Campillo; Mínguez y Rafa (Felipe, 67’).

Real Madrid C: Aitor; Cerrudo, Juanma (Edgar, 67’), Moyano, Menéndez; Cruz, Aldea, Cidoncha, Carnero; Salinas y Garrido (Juan Carlos, 59’).

Árbitro: Mata García (Colegio Madrileño). Por parte del Atlético de Madrid C mostró tarjeta amarilla a Martín (19’) e Ismael (48’); en las filas del Real Madrid C fueron amonestados Juanma (35’), Moyano (75’) y Cruz (92’).

Incidencias: Cerro del Espino. Partido de Liga correspondiente a la jornada 24, que se suspendió en su día a causa de la nieve. Presenciaron el partido Víctor Muñoz y Toni Muñoz, entrenador y Director Deportivo del Getafe, respectivamente.

GOLES
1-0 (25’). Vidal.
2-0 (58’). Lucas.

El portero argentino del Atlético de Madrid, Leo Franco, compareció ante los medios de comunicación este miércoles y aseguró que “el equipo está trabajando con el nuevo entrenador, tratando de asimilar rápidamente lo que él intenta inculcar y con ganas de llevarnos una buena cantidad de puntos en los próximos partidos”.

“Él está más implicado en el equipo que en los porteros. Nosotros estamos con el mismo entrenador de porteros, Miguel Bastón, pero todos sabemos que Abel fue una referencia de la portería del Atlético de Madrid y es un aliciente más”, aseguró el futbolista argentino.

Leo reconoció que “lo principal es que a final de temporada los primeros cuatro serán los que más puntos tienen y eso es lo que marca la realidad. Pero internamente el equipo quiere sacar una buena suma de puntos para sentirse satisfecho con el trabajo, aunque en la primera vuelta no obtuvimos buenos resultados en los cuatro partidos ante los rivales que nos esperan ahora”.

Al ser preguntado sobre su próximos enfrentamientos ante Sevilla, Real Madrid, Barcelona y Villarreal, el guardameta aseguró que “no son definitivos porque por ahí, si comparamos en la primera vuelta, no tuvimos fortuna en estos cuatro partidos y después terminamos terceros al final de año. No es nada definitivo, pero será positivo obtener un buen colchón de puntos, si se puede, en estos cuatro partidos”.

“Ahora no pensamos en el Oporto. Estamos centrados en la Liga, pues para nosotros es el torneo más importante y en esas estamos”, aseguró Leo Franco, quien quiso quitar presión ante el encuentro de Champions.

En cuanto a la irregularidad del equipo, Leo afirmó que “es un poco complicado sacar una conclusión y más en medio de la competición, pues siempre hay que tratar de mirar el próximo partido. Sería un trabajo a realizar a final de temporada, ver detenidamente lo hecho y analizar cuáles han sido los motivos por los que el equipo ha sido irregular. Esperamos mantener ahora una buena línea”.

“El jugador profesional está totalmente acostumbrado a los cambios de sistemas; además, el fútbol de hoy tiene muchísimas variantes y los entrenadores no sólo juegan con un mismo sistema y es fácil. Sólo hay que trabajarlo un par de días y enseguida se captan las ideas”, comentó.

Sobre el estado físico del equipo, el portero manifestó que “estamos bien. El equipo está trabajando hace muy pocos días con este nuevo entrenador y este nuevo preparador físico, que nosotros ya lo habíamos tenido hace años, e estamos intentando todo el trabajo”.

Leo Franco, para acabar, no quiso abordar el tema de su renovación con el Atlético de Madrid, y sólo dijo que “tratamos de mantenerlo al margen de todo, como quiere el Club y como quiero yo”.

El capitán del Atlético de Madrid, Maxi Rodríguez, compareció en rueda de prensa tras la vuelta al trabajo del equipo y aseguró que “con el Getafe creo que empezamos bien, pero al final dejamos escapar dos puntos que eran muy importantes para nosotros. Lo que ahora tenemos en la cabeza es sumar y por lo menos lograr un punto. Esperamos no sufrir al final para lograr nuestro objetivo”.

“En esta plantilla hay mucha calidad y a lo mejor lo que nos faltaba era un poco de organización en el terreno de juego. Sabemos que tenemos equipo suficiente para ganar a cualquiera, somos un bloque y poco a poco lo vamos logrando. Intentamos asimilar cuanto antes las directrices que nos da Abel”, aseguró el argentino.

Al ser preguntado sobre las técnicas del nuevo entrenador, Maxi fue claro y manifestó que “tiene capacidad para motivar al equipo y hacernos fuertes en los enfrentamientos. Creo que hoy en día sólo el Barcelona está a un nivel superior, el resto estamos en la pelea. La actitud en el campo depende de nosotros, antes y ahora. Abel es un técnico con mentalidad ganadora y con personalidad, y seguro que quiere inculcar eso al equipo”.

“Las condiciones y las ganas del equipo pasan por cada uno de nosotros. Si estamos confiados en que podemos ganar a cualquiera lo haremos. Tenemos que demostrarlo en el campo. Nuestro objetivo es estar entre los cuatro primeros y seguir peleando en la Champions”, dijo el ‘11’ atlético.

Al ser preguntado sobre la destitución de Javier Aguirre, Maxi comentó que “son las cosas que tiene el fútbol. Es una decisión que ha tomado la Directiva y nosotros debemos acatarla. Ahora ha venido otro entrenador y nuestra obligación es darle nuestro apoyo; esto no puede afectarnos porque somos profesionales”.

“Es verdad que en estos dos partidos he jugado en diferentes puestos, y eso está bien. Abel es un entrenador al que le gusta tener posibilidades y un mismo jugador puede jugar en dos posiciones diferentes. Como extremo me encuentro bien, pero también como mediapunta. Hay que jugar donde el técnico crea que eres necesario”, concluyó diciendo.

Se acabaron las medias tintas. Es la hora de la verdad. Es el momento crucial de la temporada donde están en juego las aspiraciones reales de un Atlético que mira por y para Europa. El próximo mes (hasta el 15 de marzo) resultará decisivo para que el conjunto rojiblanco afiance y refuerce sus opciones ligueras con el fin de repetir Champions la próxima temporada, pero además llega el ser o no ser en la competición continental en una eliminatoria terrible y difícil ante el Porto. Afronta, por tanto, el Atlético un mes de Champions total.

Abel tendrá que lidiar ahora los miuras que hace meses le tocó hacer frente a Javier Aguirre. El ´Vasco´ y su equipo resultó corneado por los rivales directos del campeonato (Sevilla, Barça y Real Madrid), que se impusieron en un caso por la mínima, en un segundo con contundencia hasta la vergüenza, y en el tercero con la suerte de siempre. Aguirre sólo supo sacar un punto de esa etapa reina (Villarreal) que hizo patinar a los colchoneros tras un comienzo de temporada esperanzador.

Bien es cierto que lo que perdió en la Liga, lo superó con creces en la Champions con una liguilla a la altura de los mejores equipos del continente dejando por los suelos al mismísimo Liverpool. Aunque eso ya es pasado.

A por ellos
El presente nos devuelve el mismo calendario liguero con escenarios diferentes, pero idénticos rivales. Y el Atlético se juega sus opciones continentales ante los equipos que le llevan la delantera en la clasificación. Sevilla, Barça, Madrid y Villarreal han demostrado ser más regulares que el Atleti, pese al gran final de año que culminó con esa gran racha de quince partidos sin conocer la derrota.

Abel está convencido de que el equipo colchonero no es inferior a sus cuatro próximos rivales como ha podido parecer en los enfrentamientos de la primera vuelta del campeonato. Es consciente de que el Atleti no estuvo a su nivel en los respectivos duelos, pero también está convencido de que esta plantilla puede plantar cara a cualquiera. En la Liga y en la Champions.

Administrar la plantilla
Precisamente, lo que deberá demostrar el nuevo entrenador es su capacidad de administrar al equipo en un mes frenético con partidos, todos, de enorme trascendencia por la importancia de los puntos en juego y la proyección que tienen en la lucha para estar en la cabeza del tren.

Asimismo, el peso de la Champions con la doble eliminatoria ante el Porto es insoslayable. El Atlético ha dado el do de pecho en esta competición y pretende seguir en la misma línea con el aliciente que supone para Abel y su grupo de trabajo poder dirigir al equipo de su vida en la máxima competición continental. Él y todos en el equipo están dispuestos a afrontar la etapa reina y salir vencedores.

El regreso del Atlético de Madrid a la zona Champions era ya un hecho prácticamente consumado, pero casi al final apareció Albín para impedirlo. El solitario gol de Forlán estaba siendo suficiente, pero el Atlético de Madrid perdonó cuando no debió hacerlo y al final pagó su pecado.

Estaba claro que el Getafe no iba a ser un rival sencillo y desde el principio se pudo comprobar. Muy pronto lo dejó patente con hechos, cuando el larguero dejaba a Albín sin un gol que ya cantaba; el buen saque de esquina sacado por Granero tuvo su continuación en un cabezazo del uruguayo, pero Leo Franco se salvó.

Al Atlético de Madrid le costó en este primer tiempo superar al Getafe, sobre todo en el centro del campo, donde los de Víctor Muñoz no dejaban hacer muchas cosas a los rojiblancos. Cuando el balón circuló con más rapidez sí tuvo sus opciones el equipo de Abel, como cuando a los 9 minutos Ujfalusi encontró a Maxi con un pase largo, pero el argentino no se acomodó con rapidez el balón para rematar.

El Getafe no tardó mucho en volver a amenazar de verdad, pero en esta ocasión Leo Franco se lució ante un Uche que en solitario tuvo el gol a tiro. El equipo del sur de Madrid no eludió nunca el cuerpo a cuerpo, algo que impidió a los dos equipos estar muy lúcidos en ataque, pues en el centro del campo morían sin parar jugadas recién iniciadas.

Los de Abel se sintieron más cómodos, o al menos más peligrosos, cuando el balón llegaba con rapidez a la zona de ataque. Así pasó durante tres minutos en los que Maxi, Forlán y el Kun estuvieron cerca de acertar ante Jacobo. Poco a poco, casi en silencio, el Atlético de Madrid empezaba a dejar claro que en cualquier acción podía llegar su momento. Además, Pablo Ibáñez se fue creciendo con el paso de los minutos, hasta convertirse en una pesadilla para los delanteros del Getafe. Siempre atento y rápido, el manchego mandaba y con galones.

Aunque el juego no tenía la fluidez necesaria, el Atlético de Madrid se encontraba bien en el campo. Le faltaba algo más de luz en ataque, pero todo apuntaba que el deseado gol podía llegar en cualquier jugada. Y así sucedió… Cuando nadie lo esperaba, con un saque de banda que parecía intrascendente, la portería del Getafe se abrió a los 32 minutos. Seitaridis colgó a la perfección el balón y Forlán lo remató mejor. Respiró entonces el Atleti, que alcanzó el descanso sin sufrir ningún problema.

El que lo sufrió de verdad fue Jacobo al poco de comenzar el segundo tiempo, cuando nuevamente Seitaridis metió un buen balón al área; por allí llegó el Kun Agüero para meter la cabeza, pero el guardameta del Getafe metió una pierna cuando el gol parecía inevitable. El Atlético había vuelto al terreno de juego con más ansia.

Abel lo captó y tardó poco en introducir oxígeno en forma de cambios, primero Maniche por Raúl García y poco después Sinama Pongolle por Agüero. El Getafe ya no lo tenía tan fácil para acercarse a Leo Franco. El Atlético había juntado más sus líneas, lo que ahogaba todos los intentos de los jugadores de Víctor Muñoz, que se estrellaban en Paulo Assunção y compañía. Además, el Atlético de Madrid ya encontraba más lugares libres y llegaba al área de Jacobo con más agilidad. Así pasó en el 67, cuando Maxi se encontró delante de Jacobo, pero de nuevo ganó el portero.

El Atlético controlaba, pero no remataba la faena y lo pudo pagar en el 79, cuando el colegiado señalaba un penalti a favor del Getafe al caer Casquero ante Pablo y Seitaridis. Fue Albín el ejecutor y el balón se marchó como un obús… directo a la grada.

Se salvó el Atlético entonces y casi a continuación de nuevo Jacobo cuando Maniche, tras sortearle, remató mal. Una inmejorable ocasión que dejó abierto el partido. Abierto para el Getafe, que en el 87 aprovechó lo que había perdonado su rival. Albín se encontró sólo en el segundo palo para meter la cabeza y redimirse del error anterior.

ATLÉTICO DE MADRID, 1 (Forlán); GETAFE, 1 (Albín).

Atlético de Madrid: Leo Franco; Seitaridis, Pablo Ibáñez (Heitinga, 80’), Ujfalusi, Pernía; Paulo Assunção, Raúl García (Maniche, 55’), Simão, Maxi; Kun Agüero (Sinama Pongolle, 66’) y Forlán.

Getafe: Jacobo; Cortés (Contra, 54’), Cata Díaz, Mario, Licht; Polanski (Celestini, 71’), Casquero, Granero, Gavilán (Guerrón, 80’); Albín y Uche.

Árbitro: Ramírez Domínguez (Colegio Andaluz). Por parte del Atlético de Madrid mostró tarjeta amarilla a Paulo Assunção (21’), Forlán (41’), Pernía (70’), Pablo Ibáñez (78’) y Sinama-Pongolle (88’); en las filas del Getafe fueron amonestados Albín (39’), Contra (59’) y Mario (74’).

Incidencias: Estadio Vicente Calderón. Partido correspondiente a la jornada 23 de Liga.

GOLES
1-0 (32’). Forlán remata un buen centro de Seitaridis.
1-1 (87’). Albín marca de cabeza en solitario en el segundo palo.