Benítez podría ser la próxima temporada el Ferguson del Atlético. Quique Sánchez Flores lo tiene complicado para renovar su contrato por la entidad del Manzanares. Dirigentes y técnico han quedado en dialogar al final del ejercicio, aunque se presume muy difícil que pueda continuar una campaña más. El Atlético deberá elegir técnico y en el horizonte está Rafa Benítez, ex del Liverpool y del Inter. En la cúpula dirigente de la entidad del Manzanares agrada mucho el técnico madrileño. Benítez se encuentra ahora mismo sin equipo y podría estar a disposición del Atlético a partir del 30 de junio. Desde Inglaterra se apunta que el Liverpool podría recuperarle para la próxima campaña.

Benítez es un entrenador al que le gusta tener plenos poderes en la planificación deportiva y en el club del Manzanares Pitarch no va a continuar. El actual director deportivo del Atlético no continuará, por lo que Benítez podría adquirir esos plenos poderes que tanto le han gustado tener en los clubes en los que ha estado.

Benítez está representado por Manuel García Quilón, agente que tiene una buena relación con los dirigentes del Atlético. El entrenador se ha deshecho estos últimos días en elogios hacia el club del Manzanares, al que nunca ha cerrado las puertas. Ya en el principio de los años 90 la entidad rojiblanca quiso ficharle para las categorías inferiores. Ayer, en los micrófonos de RNE reconocía su simpatía hacia el Atlético: "Soy un profesional y estoy abierto a cualquier equipo. Con el Atleti me unen lazos afectivos. Pero ahora mismo no me lo planteo porque tienen entrenador".

Unidad es la palabra que más suena estos días en el Atlético de Madrid. Futbolistas, entrenadores y directivos son conscientes de que si no existe esa unidad, ese luchar por un objetivo común, la cosa se va a poner aún más negra de lo que está. Evidentemente, todos los estamentos del club lo están pasando mal por la actual situación, pero saben que sólo ellos con trabajo son los que pueden sacar al Atlético de la crisis en la que vive. Uno de los más criticados por la afición es Miguel Ángel Gil Marín que el pasado sábado fue objeto de los cánticos del Vicente Calderón.

"No me afectan esos cánticos e incluso los puedo llegar a entender porque es una especie de desahogo para los aficionados que ven que las cosas no marchan", aseguró Miguel Ángel Gil a MD que no quiso valorar los gritos de apoyo a Quique Sánchez Flores. "Repito, a mí no me afectan. Yo estoy fuerte y preocupado por la situación del equipo. Lo que no quiero es que esos cánticos acaben afectando a los jugadores", aseguró el Consejero Delegado rojiblanco.

Miguel Ángel Gil Marín tiene muy claro que "a mí no que queda otra que estar tranquilo y apoyar a todos los que están a mi lado para salir de esta situación", para destacar que "ahora tenemos que estar unidos, trabajar juntos, codo a codo". Como lo hace él con Enrique Cerezo ya que el directivo desmintió tajantemente los rumores, las noticias de que él no se lleva bien con el presidente. "Ayer (por el domingo) hablamos cinco veces y hoy, tres. Eso demuestra que no es verdad todo eso de que no tenemos relación, de que no nos hablamos", afirmó Miguel Ángel Gil Marín a MD.

Apoyar a la plantilla

El Consejero Delegado del Atlético de Madrid reconoció que el vestuario "lo está pasando mal", pero también ve una actitud muy buena porque "me llaman y muestran su preocupación por lo que está pasando y eso me hace ser optimista porque los veo unidos, juntos y, repito, sólo así, trabajando juntos, se puede salir de esto". Uno de los jugadores que están en la picota es Diego Forlán que el sábado falló un penalti ante el Valencia. "Hay que apoyarle, ayudarle", dijo el dirigente rojiblanco que tiene fe ciega en el uruguayo y en el resto de sus jugadores. "Ahora no entra la pelota, pero acabará entrando, estoy seguro", aseguró Miguel Ángel Gil Marín.

Por su parte, García Pitarch se sumó al discurso del Consejero Delegado del Atlético de Madrid pidiendo unidad en estos momentos. El director deportivo considera que no es adecuado prescindir en estos momentos de Quique Sánchez Flores y está convencido de que "el equipo saldrá adelante porque es el mismo que hace nada ganó dos títulos y llegó a tres finales", dijo García Pitarch a MD que recomienda "mucha tranquilidad en estos momentos" y, como Miguel Ángel Gil, está convencido de que "todo esto cambiará cuando entren todas las ocasiones que genera el equipo y eso pasará". El mensaje de unidad del club lo tienen perfectamente asumido los jugadores que tras la derrota ante el Valencia dejaron claro que ahora toca remar todos a la vez.

Salvio está jugando a un nivel muy bueno y en Portugal aseguran que el Oporto luchará por el jugador este próximo verano. Salvio tiene contrato con el Benfica hasta final de temporada y podría recuperarle si paga 15 millones de euros. Pero el Oporto también estaría dispuesto a hablar con el Atlético para ficharle. La intención del Atlético es, no obstante, hacerse con los servicios del jugador a final de campaña. Salvio, Juanfran, Reyes y un fichaje serán los cuatro jugadores de banda para el próximo ejercicio. A no ser que en Portugal paguen 15 millones.

La continuidad de Quique Sánchez Flores en el banquillo del Atlético de Madrid es algo que no se duda en los despachos del Vicente Calderón. Al menos, por ahora. Sí, porque desde la cúpula dirigente del club rojiblanco se tiene muy claro que si siguen aumentando el número de derrotas y el equipo se sitúa en una zona peligrosa de la clasificación, Quique Sánchez Flores tiene todas las papeletas de la rifa de su destitución.

"Quique va a seguir hasta final de temporada, acabemos o no en Europa", afirmaba a MD un dirigente del Atlético de Madrid, aunque él mismo añadía sobre este tema que "claro, si se pierden siete u ocho partidos y nos jugamos la permanencia, la cosa sería muy diferente". O sea, que si el equipo no remonta el vuelo en los próximos tres partidos, el técnico madrileño estaría casi sentenciado.

Un extremo que no contemplan en estos momentos los dirigentes del Atlético de Madrid que siguen confiando en que Quique sea capaz de reconducir la situación y que el equipo siga intentando luchar por entrar la próxima temporada en Europa. La Europa League, por supuesto, porque lo de la Champions es una quimera. Y lo cierto es que los rojiblancos no están tan mal, como decía aquel. Sí, porque a pesar de las cuatro derrotas consecutivas en Liga, la séptima plaza sólo está a un punto. El que finalice en ese puesto, irá a la próxima Europa League ya que la final de la Copa del Rey es entre Barça y Madrid, dos equipos que jugarán la Champions y que, por lo tanto, liberan una plaza más para Europa en la Liga.

Una posibilidad más que real para que el Atlético entre en Europa, aunque sea por la puerta de atrás. Un objetivo al que se aferra Quique Sánchez Flores que tras caer ante el Valencia dejó muy claro que se siente con fuerzas para sacar al vestuario de la crisis en la que está instalado. Unas fuerzas que llegan de la ratificación en su puesto de Gil Marín y Enrique Cerezo y de los cánticos de apoyo que la afición delVicente Calderón le brindó en la recta final del choque ante los valencianos. Unos apoyos que, sin embargo, pueden tener una segunda lectura. Si bien es cierto que lo que se oyó el sábado en el Calderón es indiscutible, no hay que olvidar que la afición del Manchester United hizo lo mismo para criticar al dueño del club, Macom Glazer. De hecho, muchos seguidores rojiblancos lucieron bufandas de color oro y verde, las mismas que en su día se veían en Old Trafford para protestar.

Lo que está claro es que el Atlético de Madrid necesita una victoria lo más pronto posible para empezar a alejar de una vez por todas la crisis. El problema es que su calendario no llama al optimismo. En las próximas cuatro jornadas, visita Zaragoza, recibe al Sevilla, va a Getafe y, de postre el Villarreal. Si Quique no supera con nota este tramo liguero, su adiós será una realidad.

El Atlético de Madrid no está cumpliendo, ni mucho menos, con los objetivos planificados a principios de campaña. Circunstancias de toda índole han provocado que el equipo madrileño se haya caído de la Europa League, de la Copa y que en Liga se ven los puestos de Champiosn con prismáticos, convirtiendo la obligación inicial en casi una utopía. Una de las causas, quizá también efecto, la podemos encontrar en la aportación de la pareja goleadora del cuadro de Quique Sánchez Flores, Diego Forlán y Sergio Agüero. Por razones para escribir un buen legado, ambos firman sus peores números tanto en pareja como individualmente. Su aportación ofensiva es menos que cualquier campaña, incluso la primera que militaron juntos en el Atleti, y el equipo lo nota. Ahora que llega el tramo más complicado, en el que el cuadro madrileño sabrá qué camino seguirá hasta final de campaña, su aportación resulta vital. El Atleti les necesita.

Cuarta campaña en el Atleti

Esta pareja atacante cumple su cuarta campaña formando en la vanguardia colchonera. En la campaña 2007-08, con Javier Aguirre en al banquillo del Atlético de Madrid, se fichó a Diego Forlán, entre otros, tras el adiós de Fernando Torres. Agüero afrontaba su segundo ejercicio tras uno de acoplamiento, en el que el entrenador mexicano dosificó con mimos los minutos que disputó el atacante argentino. Cuando se llevaban 22 jornadas disputadas de la citada campaña 07-08, ambos sumaban 16 goles, dos más que ahora, nueve firmados por el argentino y siete por el charrúa, en su estreno con la atlética.

La campaña siguiente los números, siempre a estas alturas, se dispararon, con 10 goles para el Kun y 14, espectacular, para el 'Cacha'. Un excepcional curso para el atacante charrúa que terminó ganando la Bota de Oro europea. El pasado ejercicio el rendimiento remitió, pero sigue siendo superior al actual. Ocho tantos para Agüero y 10 para Forlán. Ambos estaban 'pagando' el negativo iniciode campaña y la participación tanto en Copa como en competición europea (primero Champions y después la Europa League).

Y ahora, ambos firman sus peores registros. En primer lugar, suman 14 tantos entre los dos, el global más bajo. En segundo, Agüero ha marcado siete tantos, uno por debajo de su peor registro; y Forlán ha anotado otros siete, igualando su peor registró conseguido en la campaña que debutaba como jugador del Atleti. Precisamente, hay que saltar hasta ese ejercicio para encontrar un Atleti, sumando los tantos de toda la plantilla, menos goleador que el actual. En aquella ocasión se habían anotado 28 goles en los 22 encuentros, mientras que ahora los hombres de Quique suman 31.

Lejos del 'top ten'

Este bajón realizador se plasma también en la tabla de goleadores de Primera división. Una lista en la que los goleadores colchoneros tiene por delante hasta 14 jugadores, compartiendo la decimoquinta posición con Ulloa (Almería), Osvaldo (Espanyol), Nelson Valdez (Hércules), Rondón (Málaga), Iniesta (Barcelona) e Higuaín (Real Madrid). Y si miramos hacia arriba, la diferencia con los que comandan la clasificación es abismal. Lo de Messi y Cristiano Ronaldo (24) es de otro mundo, pero Villa (14) y Llorente (13) son jugadores con los que, sobre todo Diego Forlán, estaba acostumbrado a competir por ser el máximo goleador de la competición.