Filipe Luis comentó tras finalizar el encuentro que “ver todo el banquillo del Sevilla celebrando un empate, un equipo que venía y hace dos años siempre sacaba puntos, habla mucho del respeto que hemos conseguido en todos los rivales”.

El jugador rojiblanco reconoció que “era una oportunidad para pasar adelante, pero nosotros tenemos claro que la Liga es muy difícil, estamos compitiendo con grandes equipos. Lo que hemos conseguido hasta hoy, llegar aquí con 51 puntos, colíderes por delante del Real Madrid, es porque somos un equipo. No hay nadie por delante de nadie, nadie sobresale. Ellos resuelven con individualidades y nosotros como equipo. Tenemos que seguir siéndolo para ganar en Copa”.

En cuanto al penalti sobre Bacca, Filipe aseguró que “no podemos achacar nunca la culpa de un partido al árbitro. Tuvimos el partido en nuestra mano y no supimos ganarlo. Hay que tener en cuenta que el Sevilla también ha hecho méritos y ha peleado por llevarse un empate”.

Por último, subrayó que “el equipo físicamente está muy bien. Se ha notado contra el Barcelona y en el resto de partidos que hemos jugado tras el parón de navidad que el equipo está muy bien. Va a costar mantener el nivel, pero este equipo está capacitado y tenemos plantilla para seguir arriba”, concluyó.

Cómo rugía el Vicente Calderón. Primer partido de la segunda vuelta y primera gran oportunidad para liderar en solitario la clasificación de la Liga BBVA tras el empate del Barcelona en Levante. Con ilusión, con garra, en definitiva, con mucha ambición salieron al campo nuestros guerreros, que se volcaron rápidamente sobre la portería defendida por Beto. El Sevilla, que aterrizó en el coliseo rojiblanco con una buena dinámica tras ganar cinco de sus últimos siete compromisos, empezó el partido contemplativo, a expensas de que el Atlético moviera fichas.

Diego Costa fue el primero en probar fortuna con un potente testarazo a pase de Gabi. Los de Emery, empezaron a sufrir la ley del embotellamiento del Calderón debido, en gran parte, a las subidas de Juanfran y Filipe. El dominio empezó a producir continuas oportunidades. Diego Costa, con una genialidad, y Gabi dispararon desde fuera del área sin consecuencias en el marcador. Un marcador que poco tardaría en moverse, y es que los vientos huracanados soplan demasiado fuerte, con mucha bravura. David Villa, participativo y constante desde el inicio de la contienda, cogería un rechace en el punto de penalti, a la salida de un córner, para fusilar a Beto y poner el primero de la noche a orillas del Manzanares.

El monólogo colchonero continuó con la misma fluidez. El Sevilla, que se estiró con timidez, no encontraba respuestas al dominio de los de Simeone y, tan solo Iborra, con un flojo cabezazo, intentó probar a Courtois que atajó con solvencia el esférico. Arda, Villa y Koke monitorizaban el juego ofensivo rojiblanco con buenas asociaciones, siempre secundadas por nuestros incansables laterales. Casi sin quererlo, el equipo sevillista tuvo una buena oportunidad al filo del descanso en una jugada embarullada dentro del área atlética. La primera parte moriría con un Atlético que controlaba a su antojo el juego gracias a la fuerza que transmitían las almas rojiblancas citadas en el templo rojiblanco.

El partido se equilibró en el inicio del segundo acto, con un Sevilla que empezó a controlar algo más el juego en busca del empate. Nuestros titanes, inteligentes y bien posicionados, trataron de atacar con cabeza y Raúl García fue el primero en probar a Beto con un disparo lejano con mucha potencia. Los andaluces querían su gol, pero la defensa rojiblanca se mostraba impenetrable y no concedía ocasiones a los delanteros rivales. Diego Costa, que se movía con una agilidad felina en cada ataque, trató de conectar un disparo acrobático pero su balón salió repelido por Fazio.

El equipo hispalense subió la presión con el paso de los minutos y la salida de balón rojiblanca se hacía difícil. En una jugada sin peligro, Hernández Hernández decretaba un más que dudoso penalti que transformaría Rakitic para poner el empate. Enfadados por el tanto rival, nuestros jugadores adelantaron las líneas y los ataques comenzaron a ser continuos al área sevillista pero el premio del gol no llegaba para las arcas colchoneras.

Los de Diego Pablo Simeone se volcaron a por el gol con un Sevilla, que al contrario, puso a todos sus jugadores en su área conforme con el resultado. El encuentro se volvió bronco y el equipo rojiblanco, aupado por la expulsión de Alberto Moreno, intentó por todos los medios volver a ponerse con ventaja, sin embargo, el final del encuentro no daría para más y el empate terminaría siendo el resultado de un intenso partido que deja colíder al Atlético con 51 puntos.

El central brasileño reconoció que lo importante en esta plantilla es que salga quien salga siempre rinde. “Raúl es un grandísimo jugador, siempre cuando el equipo necesitó de su juego el respondió con goles que nos han ayudado a vencer. Está compitiendo contra otro gran jugador como es Villa, que le necesitamos mucho. Da igual quien juegue de los dos, es importante tener un equipo muy fuerte y Raúl demuestra que es un jugador de equipo y que siempre está dispuesto ayudar”, dijo.

El Vicente Calderón es uno de los fortines más inexpugnables de la Liga, algo imprescindible para seguir luchando como hasta ahora en todas las competiciones. “Nuestro estadio es nuestra fuerza y estamos demostrando junto a nuestra afición, que siempre da de su parte, que estamos respondiendo a la altura. Para pelear por la Liga hay que ganar todo en casa y hay que conseguir la mayoría de puntos posibles fuera, como hasta ahora estamos haciendo”, remarcó.

Miranda,que cada domingo demuestra estar a un nivel altísimo, no piensa en la selección brasileña. Su cabeza solo está en el Atlético. “La selección brasileña tiene una competencia muy grande y hoy no pienso en la selección, solo pienso en mi club. Estamos jugando tres competiciones buenísimas y quiero estar lo mejor posible para ayudar al equipo a estar en lo más alto”, recalcó.

Por último, Joao habló de la Copa. “La Copa es una competición muy bonita para este club y vamos a pelear por ella”. Además, aseguró que “tenemos un grupo muy fuerte con mucha competencia entre jugadores y necesitaremos de todos para pelear en todos los partidos”, finalizó.

Los 50 puntos que ha conseguido nuestro titánico equipo en la mejor primera vuelta de la historia de la entidad, siendo colíderes de la Liga BBVA junto al Barcelona, le ha llevado a ser el conjunto más representado en el once ideal de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) de la primera vuelta. Hasta cuatro jugadores rojiblancos, uno por cada línea, pertenecen a este once de ensueño en el que se encuentran los mejores futbolistas de esta primera parte de la competición doméstica. Courtois, Filipe Luis, Koke y Diego Costa son la cabeza visible de una plantilla en el que todos nuestros jugadores están rayando a un nivel altísimo.

El mejor portero de esta primera vuelta no podía ser otro que el eterno Zamora, Thibaut Courtois. Su buena colocación, sus reflejos, su inteligencia e intuición para adivinar disparos imparables para la mayoría de porteros y sus interminables estiradas han hecho que vuelva a liderar, al igual que el año pasado, el Zamora de la Liga con solo 0.58 goles por partido.

Un promedio que no sería posible sin la ayuda de la mejor defensa del campeonato. En esta línea aparece Filipe Luis. El lateral brasileño es una de las piezas sagradas para Diego Pablo Simeone y es que impecable atrás, y determinante arriba, el dueño y señor de la banda izquierda del Vicente Calderón corta ataques rivales con la misma facilidad que los genera para nuestro equipo. Su innegable vocación ofensiva ha dado muchos goles a los delanteros rojiblancos siendo determinante en esta primera parte de la competición. Junto a él, aparece el central del Villareal Musacchio y el del Athletic de Bilbao Laporte.

Koke es el medio centro elegido por los redactores de LFP para sellar una línea de cuatro en la que están Rakitic (Sevilla) Bruno Soriano (Villareal) y Cesc Fábregas (Barcelona). La temporada del canterano rojiblanco está siendo para enmarcar y es que, su pierna derecha es el arma más milimétrica y precisa de todas las de la Liga. El ‘todocampista’ suma 4 goles aunque en lo que más destaca es en sus asistencias de gol, ya que ha repartido 9 en Liga hasta la fecha.

Si alguien ha sabido nutrirse de la precisión de Koke ha sido Diego Costa. Nuestro insaciable e inconformista ariete ocupa la línea de ataque junto a Cristiano Ronaldo (Madrid) y Griezmann (Real Sociedad). El ‘19’ rojiblanco está en el momento más dulce de su carrera y es que en la primera vuelta ha superado todos sus registros marcando 19 goles. Además de ser el referente ofensivo del equipo, sus continuas cabalgadas, su coraje y su fe por ayudar al equipo siempre desatascan los partidos más complicados. Diego Costa se ha erigido como el líder de un proyecto de titanes liderados por Diego Pablo Simeone.

Las noches de Copa, esa maravillosa competición que tantas y tantas alegrías han dado a la parroquia rojiblanca, volvía al Calderón y los de Diego Pablo Simeone saltaron convencidos a por el pase a cuartos de final. El empate a uno en Mestalla obligaba al Valencia a buscar el gol que le pusiese por delante en la eliminatoria y, desde el principio, trató de hacerse dueño del balón para tener controlada a la furia rojiblanca. Los de Simeone, inteligentes y bien posicionados en el campo, acometían la portería de Vicente Guaita con rápidas transiciones, algo imprecisas en los primeros compases del encuentro. Postiga sería el primero en probar fortuna pero su disparo salió por encima del travesaño de Courtois. La réplica, la puso Diego Costa, con un derechazo sin consecuencias tras una buena combinación del equipo en la frontal del área.

El frío que vestía las gradas del Calderón fue desapareciendo poco a poco y es que el equipo logró deshacerse de la presión valenciana embotellando al conjunto de Pizzi en su área. Sosa, que se mostró muy participativo en su debut, ponía en aprietos a la zaga ché con buenos centros desde la derecha bien pertrechados por Ricardo Costa y Mathieu. El Valencia quería pero no podía ante un Atlético que, bajo la batuta de Diego Costa, empezó a morder muy arriba dificultando la salida del balón rival. El ‘19’ rojiblanco comenzó a hacer de las suyas y en una internada por la izquierda tuvo el primer gol del choque con un disparo que despejó Barragán a córner.

Con el descanso al borde de la esquina, nuestros titanes se lanzaron en busca del primer gol del partido. Sosa y Juanfran combinaron bien por la banda, pero el centro al área del lateral no encontró rematador con el esférico paseándose por el área, situación que se repitió acto seguido con un centro de Godín, al que no pudo llegar Arda. El Valencia, algo desparecido ante el empuje atlético, también tuvo la suya en una acción aislada pero Courtois blocó con seguridad un peligroso disparo de Bernat. Así terminaría una primera parte disputada en el que orden y rigor táctico se impusieron al juego ofensivo de ambos equipos.

Poco cambio el discurso de nuestro equipo con la reanudación y, tras mucho insistir, el premio del gol llegaría gracias a un majestuoso cabezazo de Godín. Después de dos saques de esquina consecutivos, Gabi aprovechó el tercero con un centro certero al segundo palo para que el central uruguayo abriera la lata. A partir de entonces, el Atlético fue un vendaval imposible de parar. Raúl García estrelló un violento disparo de zurda en el palo de Guaita. Necesitados de marcar, el Valencia se estiró en ataques y dos buenos disparos de Postiga y Míchel encontraron a un mejor Courtois que evitó el tanto ché con dos enormes intervenciones.

El encuentro creció en ritmo y se volvió alocado con ambos equipos acechando continuamente la portería rival. Los amagos de Diego Costa desquiciaban una y otra vez a la defensa valenciana y, en una buena jugada del ariete rojiblanco, Tiago tuvo el segundo con un zurdazo que se marchó pegado a la cepa del poste. Poco después, Koke, que sustituyó a Sosa, y Diego Costa de cabeza, también probaron fortuna sin suerte de cara a gol. La ansiedad del Valencia se hacía evidente y el equipo de Pizzi multiplicó sus esfuerzos en ataque por las bandas pero la defensa rojiblanca se mostró, como de costumbre, imperial en cada una de las acciones valencianistas.

Los últimos minutos se caracterizaron por el dominio de balón che que buscaba el empate ante una ordenada defensa rojiblanca que no cedía ante las acometidas rivales. Diego Costa era el referente del equipo arriba y se mostró incansable intentando hacer fructíferas las contras colchoneras. Cristian Rodríguez avisó con una potente bolea que repelió a córner un Guaita que no pudo hacer nada para evitar el tanto de Raúl García que sentenció de córner igual que lo hizo en la ida. El partido acabó con un Valencia hundido y con el Atlético festejando el pase a cuartos de final de la Copa del Rey ante una afición que, de nuevo, volvió a estar de diez.