Simeone compareció ante los medios de comunicación tras finalizar el encuentro liguero y comentó que se ha tratado de “un partido donde el rival jugó como pretendió hacerlo. En el primer tiempo pudimos llevarlo mejor, creamos algunas ocasiones, pero el fútbol tiene estas cosas, unas veces se gana, unas se empata y otras se pierde. No buscamos excusas, no nos agarramos a los árbitros, ni al viento, ni a la pelota… Se perdió, el rival hizo un gran trabajo y le felicitamos por ello. La única manera que conocemos de seguir por esta línea es trabajando, y eso haremos”.

El argentino desmintió el cansancio mental y físico de la plantilla tras la cantidad de partidos acumulados en las últimas semanas. “No creo que esté relacionado, en todo momento el equipo propuso llevar el encuentro de la manera que pudo”. Sobre las jugadas polémicas como el penalti de Aranzubia, subrayó que “no lo vi en la televisión”, y concluyó recordando que “lo que más me preocupa de hoy es lo de Tiago”.

El Atlético de Madrid defendía el liderato recién conquistado contra la Real Sociedad en el estadio de los Juegos Mediterráneos frente a un Almería al que no había ganado en Liga, pero que sí lo había hecho en Copa en la temporada 95-96, con Diego Pablo Simeone jugando ese partido. Y el conjunto de Francisco Rodríguez estaba necesitado y no puso las cosas fáciles. Lo cierto es que es imposible hacer más con menos porque el Almería derrotó al Atlético con dos disparos a puerta y un penalti injusto.

Tras unos primeros minutos en los que el balón estuvo repartido, el Atlético de Madrid se fue haciendo con los mandos del partido. Mayor posesión, mayor control y toque ganando metros en cada momento y creando peligro poco a poco. Primero fue una internada de Manquillo por la derecha, con centro que supera a Esteban y que termina despejando Verza en el minuto 7.

Fue el primer aviso de un Atlético que, metro a metro, iba viendo más de cerca a Esteban. Diego estaba muy activo en la posición de enganche y fue el que puso en apuros al meta almeriense con dos disparos desde la frontal que se marcharon por encima del travesaño, primero en el 12 y después en el 24. Antes, en el 20, Teixeira Vitienes no señaló una clara falta a Diego Costa dentro del área. Luego, en el 28, posible penalti a Manquillo que no señaló el colegiado.

El Almería sólo se dedicó a presionar a los rojiblancos para intentar robar el esférico y salir al contragolpe, pero la presión rozaba en el límite, tanto que el colegiado cántabro tenía que parar el partido constantemente con faltas, sobre todo en la zona ancha, que impedían fluidez al juego.

El primer tiempo terminó con el conjunto de Simeone controlando el partido en terreno almeriense pero sin crear más ocasiones de gol, con un juego trabado y con continuas faltas que cortaban cualquier atisbo de velocidad en los rojiblancos madrileños, ya que el Almería parecía que su propósito era frenar los ataques visitantes como fuera, sin prestar demasiada atención a su ataque, donde Jonathan Zongo era un islote, poco ayudado por Suso, Soriano o Aleix Vidal, cuya misión era más defensiva que ofensiva.

Tras el descanso, el partido tuvo mayor color rojiblanco madrileño. Diego volvió a insistir con un disparo raso que se perdió rozando el poste derecho en el 49. El guión del partido continuaba igual que en la primera mitad con un Atlético dominador y un Almería que jugaba muy junto, bien cerrado y cortando el juego rojiblanco con faltas. Sólo un contragolpe andaluz podía crear peligro y generar una situación de gol, pero el equipo de Simeone apenas dejaba resquicios.

Mediada la segunda mitad llegó una jugada que acabó con Tiago lesionado. Se tuvo que retirar en camilla por una durísima entrada de Barbosa que no mereció ni falta para el colegiado cántabro. Además de Mario por el lesionado Tiago, Simeone decidió dar entrada a Sosa por Diego. El partido entraba en su fase decisiva. El Almería amenazó con su primer remate a puerta que se estrelló en los dos postes de forma consecutiva.

Pero lo peor no era eso, sino que en el 79 llegó el primer gol del partido con un centro-chut de Verza que se envenenó y entró por la escuadra sin que Aranzubia pudiera hacer nada por evitarlo. El partido se complicaba aún más con una comprometida decisión de Fernando Teixeira Vitienes, que pitó penalti y expulsión cuando el plantillazo de Jonathan Zongo al meta rojiblanco era claro y debió ser falta del delantero. El Atlético, que había hecho los tres cambios, tuvo que poner bajo los palos a Gabi y Verza marcó el 2-0. Ahí se acabó el partido que acabó siendo un suplicio para los rojiblancos, jugando con 10 jugadores y con Gabi bajo los palos.

Diego Pablo Simeone compareció ante los medios de comunicación antes de comenzar el entrenamiento previo al viaje a Almería. El técnico rojiblanco dijo que “dentro de la crítica es normal que después de una derrota, un equipo que venía de dos ciclos de 23 partidos ganando pueda aparecer. Esto nos pone contentos por un lado, porque significa que hemos crecido muchísimo y a partir de eso en cada partido tenemos que tratar de rendir de la mejor manera porque se nos mira de la mejor manera. Yo lo miro desde el lado positivo. Creo que es una exigencia buena, saludable, que al equipo le gusta y que sirve para mejorar”.

Respecto al encuentro frente al Almería, señaló que “lo veo como lo vengo viendo toda la liga. Es un partido más, difícil por las necesidades que tiene el rival. Porque en casa va a intentar hacerse fuerte. Por el lado nuestro intentar seguir en la línea en la que estamos, siendo competitivos, haciendo un partido con intensidad, y que eso nos va a generar poder hacer un buen encuentro. Necesitamos sobretodo eso, generar un buen juego y jugar este partido como venimos jugando todos los anteriores. Sin ningún pensamiento ni nada que nos aleje de nuestra realidad que es ir al partido del Almería con la mente puesta ahí”.

Apuntó el técnico rojiblanco que “al equipo le veo muy bien: muy junto, muy firme, muy fuerte. Esperamos mañana en el partido contra el Almería encaminar nuevamente un buen encuentro y que nos genere mantener esta activación que tenemos en cada partido para poder hacerlo bien”.

Reconoció también que “siempre una derrota no es buena, pero existe porque es un juego el futbol que trae resultados. El rival jugó bien. Como dijimos al final del partido felicitamos al rival y a prepararemos el partido de mañana que es lo que nos interesa. A partir de eso, los chicos esperemos que se recuperen de la mejor manera. Mirar bien hoy y mañana hasta las diez porque todavía queda bastante tiempo para poder resolver algo más y que lleguen fuerte que es lo que nos interesa”.

Los jugadores de Diego Pablo Simeone han alcanzado el liderato de la Liga, campeonato que entra en su fase decisiva y dónde llegarán los partidos más importantes.

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Casi nueve meses después, Real Madrid y Atlético de Madrid volvían a verse las caras en la Copa del Rey, esta vez para empezar una emocionante semifinal. El 17 de mayo acabó una mala racha rojiblanca en los derbis con una victoria que todos los atléticos tienen aún en la retina de sus ojos. Los goles de Diego Costa y Miranda dieron la vuelta al tanto inicial de Cristiano Ronaldo.

Cuatro meses después, ya en Liga, mismo escenario, nuevo triunfo rojiblanco con gol de Diego Costa, que se ha erigido en la ‘bestia negra’ para los blancos, ya que ha marcado en este mismo escenario las dos veces que se ha enfrentado al eterno rival. Ahora, el Atlético de Madrid, con el traje de líder de la Liga recién estrenado, llegaba al Bernabéu con el objetivo de tener un buen resultado que le permitiera afrontar con garantías el partido de vuelta en una Copa que defiende como campeón, aunque la noche fue todo lo contrario a lo que se pensaba y la fortuna estaba del lado madridista.

El encuentro empezó con mucho ritmo, con dos equipos que se respetaban pero que buscaban la portería contraria, aunque sin ocasiones claras de gol hasta que Gabi lanzó un centro medido al interior del área donde Arda Turan cabeceó y Casillas despejó como pudo. Habían transcurrido 12 minutos de partido y el Real Madrid había lanzado ya tres saques de esquina de forma consecutiva aunque bien defendidos y sin peligro para Courtois pero la primera oportunidad del partido fue para los nuestros.

Pero lo que tiene el fútbol. Cuando no se había producido ni un remate a puerta de los locales, Pepe enganchó un disparo que tocó en Insua con la mala suerte de desviar la trayectoria sin que pudiera hacer nada Courtois. La respuesta fue inmediata, con una falta lateral ejecutada por Gabi y que entró Miranda a rematar pero que Casillas salvó milagrosamente. Una jugada en la que Arbeloa había agarrado a Diego Costa dentro del área, algo que no vio Clos Gómez. Penalti de libro que se fue al limbo.

A partir de ese momento, el conjunto blanco intentó aumentar su ventaja, aunque se encontraba con una sólida defensa que apenas le dejaba resquicios. Sólo una doble ocasión en el minuto 31, con un disparo de Jesé que repelió el meta belga y el rechace fue a Modric que, desde la media luna vio cómo su disparo lo detenía Courtois. Hasta el final del primer tiempo, el conjunto blanco tuvo mayor posesión pero sin crear excesivo peligro.

Se quedó en el vestuario Diego Ribas y entróo en su lugar Cristian Rodríguez. Fue el primer movimiento de piezas de Simeone con el objetivo de tener mayor presencia en ataque aprovechando la velocidad del uruguayo. Y la primera oportunidad de la segunda mitad fue de los nuestros. Un saque de esquina de Koke al primer palo lo tocó Miranda prolongando al segundo para que Godín cabeceara por encima del travesaño.

Sin embargo, llegó una jugada que cambió el rumbo del partido. Di María logró conectar con Jesé dentro del área para que éste anotara el 2-0. No había tenido jugadas nítidas el conjunto blanco y llevaba demasiada ventaja. Poco después, Diego Costa veía la amarilla que le impedirá jugar la vuelta. Y entró Adrián por Arda Turan.

En el minuto 71, Godín estuvo a punto de marcar en un saque de esquina lanzado por Sosa que salvó un defensa bajo los palos. Pero la fortuna estaba del lado blanco porque un disparo lejano de Di María tocó en Miranda descolocando a Courtois. Mayor infortunio no se podía tener.

Hasta el final fue un quiero y no puedo de las huestes rojiblancas. El tercer gol, otra vez en propia meta, había puesto demasiada tierra de por medio y fue imposible. Habrá que confiar en la remontada con un Vicente Calderón entregado que ayude a lograr un victoria como algunas de las que se han logrado esta temporada como local.