Tal día como hoy, en 1996, nuestro equipo conquistó su novena Copa del Rey después de imponerse por la mínima al Barcelona gracias a un cabezazo de Milinko Pantic en la prórroga.
El 10 de abril de 1996 levantamos al cielo de Zaragoza la novena Copa del Rey de nuestra historia. En un gran escenario como es La Romareda, el conjunto dirigido por el mítico entrenador rojiblanco Radomir Antic se impuso al Barcelona por 0-1 gracias a un solitario gol de Pantic.

Para lograr el billete a la gran final, nuestro equipo eliminó al Almería (1-4 y 2-1), al Mérida (4-1 y 4-4), al Betis (1-1 y 2-1), al Tenerife (0-0 y 0-3) y al Valencia (3-5 y 2-1) en lo que fue un camino brillante hacia la consecución del título.

Los nuestros, que a la postre conquistarían el Doblete, saltaron al verde de La Romareda con Molina bajo los palos; con Geli, Santi, Solozábal y Toni en la zaga; Vizcaíno, Simeone, Caminero y Pantic en el centro del campo y con Kiko y Penev en la delantera. En frente estaba un Barcelona que, bajo la batuta de Cruyff, tenía en sus filas a grandes estrellas como Guardiola, Hagi, Nadal, Figo o Bakero.

El encuentro estuvo marcado por la intensidad y la igualdad entre ambas escuadras. Los de Antic, tremendamente bien posicionados sobre el campo, supieron crear peligro para la portería defendida por Busquets y minimizar las virtudes ofensivas de un gran Barcelona. Sin embargo, ninguno de los dos conjuntos fue capaz de perforar la portería rival durante los 90 minutos, marchándose el partido a la prórroga. Fue entonces cuando, a los 102 minutos, Pantic cabeceó al fondo de las mallas un servicio lateral de Geli para batir a Busquets y lograr el único tanto de la gran final copera.

Tomás Reñones, uno de nuestros históricos capitanes, fue el encargado de levantar el trofeo para el delirio de los miles de hinchas rojiblancos que se dieron cita en el estadio. Días más tarde, el 25 de mayo, el equipo de Radomir Antic pasaría a la historia de nuestro club tras conquistar LaLiga en el Vicente Calderón y firmar el épico Doblete del 96.

Tal día como hoy, en 1975, nuestro equipo se proclamó campeón de la Copa Intercontinental tras remontar la final ante Independiente de Avellaneda en el Vicente Calderón.
El 10 de abril de 1975 nuestro equipo conquistó la Copa Intercontinental tras imponerse por dos goles a cero a Independiente de Avellaneda, remontando el resultado del encuentro de ida de uno a cero favorable a los argentinos.

En un Vicente Calderón a rebosar, nuestro equipo, dirigido por nuestra mítica leyenda Luis Aragonés, saltó al terreno de juego con el siguiente once: Pacheco, Melo, ‘Cacho’ Heredia, Eusebio, Capón, Adelardo, Alberto, Irureta, Aguilar, Gárate y ‘Ratón’ Ayala. Minutos antes de tan importante partido, la leyenda rojiblanca Adelardo recibió una placa conmemorativa por haber disputado 500 partidos oficiales, cifra que el extremeño extendió hasta los 553 y gracias a la cual continúa siendo el futbolista que más veces ha defendido la rojiblanca en nuestra historia.



El equipo de Luis saltó al terreno de juego concienciado desde el primer minuto en la remontada, buscando la portería de Jorge Pérez por ambas bandas, aprovechando la velocidad y la calidad de Ayala y de Alberto en ambos flancos ante un Independiente que tenía en sus filas a futbolistas de la talla de Bochini, Pavoni, Galván, Percy Rojas o Balbuena. Tras una gran primera media hora de juego, sería a los 34 minutos, gracias a un servicio de Gárate que cabeceó al fondo de las mallas Irureta, cuando el Atleti neutralizó la eliminatoria para mandar la final igualada a los vestuarios.

En la segunda mitad el guión no cambió y los rojiblancos impusieron su ritmo sobre el verde a base de coraje y corazón en un encuentro vibrante. Sin embargo, las buenas actuaciones de los porteros, Pacheco en la meta rojiblanca y Pérez en la de Independiente, dibujaban la prórroga hasta que Ayala, que recogió en el área una falta botada por su compatriota Heredia, hizo enloquecer al Vicente Calderón, sellando uno de los títulos más relevantes de nuestro club.

Tras el pitido final del colegiado chileno Barreto, la euforia se desató y el capitán Adelardo fue el encargado de alzar la Copa Intercontinental al cielo de Madrid, siendo levantado en hombros por sus compañeros a la par que los aficionados hicieron con Luis Aragonés, dejando para el recuerdo varias de las imágenes más icónicas de la historia de nuestro club.
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El Atlético de Madrid ha puesto en marcha desde el pasado 26 de marzo una iniciativa para interesarse por el estado de sus socios, especialmente los que pertenecen a colectivos más sensibles como los mayores de 75 años o los socios discapacitados, en este estado de Alarma en los que debemos permanecer en nuestras casas.
En estos difíciles momentos en los que la crisis sanitaria del COVID-19 nos hace quedarnos en nuestras casas, desde el Atlético de Madrid queremos seguir cerca de nuestra afición para que los socios no se sientan solos. De esta manera, el club ha puesto en marcha desde el pasado 26 de marzo un plan de llamadas telefónicas a diversos colectivos, como los socios mayores de 75 años y los socios discapacitados, para interesarse, primero por su estado de salud, y luego para mantener una charla y transmitirle el ánimo y la fuerza necesarios para sobrellevar esta situación de la mejor manera posible. También aprovechamos para interesarnos por si existe alguna necesidad en la que podamos ayudar al socio que recibe la llamada.

Las llamadas están siendo realizadas por personas de nuestro equipo de Atención al Atlético desde sus domicilios, ya que la oficina del Wanda Metropolitano permanece cerrada. El equipo encargado de hacerlas está compuesto por empleados con una larga trayectoria en el club y que, a su vez, son socios rojiblancos desde hace muchas décadas, por lo que tienen una especial sensibilidad atlética a la hora de dirigirse a nuestros socios. Durante las últimas semanas ya nos hemos puesto en contacto con 450 de nuestros socios más veteranos y con 80 de los socios discapacitados.

Agradecidos por la compañía
El club tiene un total de 1.245 socios que superan los 75 años, estando la mayoría en la franja entre 75 a 85, llegando algunos hasta los 99 años de edad.
Varios se encuentran solos en sus casas debido a que, para protegerles de un posible contagio, sus familias no deben acudir a visitarles. Un ejemplo es Laureano, nuestro socio 150, al que sus hijos le han provisto de libros de historia y está muy entretenido leyendo. La llamada que le realizamos le llenó de felicidad porque dijo que así le hacíamos ”un poco de compañía” y reiteró su ofrecimiento de que le llamásemos en cualquier momento.
Ángel, socio número 17, pensó al oír nuestra voz que le llamábamos para felicitarle anticipadamente por su cumpleaños, ya que el próximo 11 de abril cumplirá 90 años. Está deseando que vuelva el fútbol y los partidos de su Atleti.

María Pilar es nuestra socia número 1.392 y este año cumplirá 92 años. Asegura que continúa yendo al fútbol todos los domingos con su hermana de 83 años. A falta de fútbol se dedica a cuidar de su jardín, pero está deseando que vuelva todo a la normalidad: “Porque el fútbol me da la vida”.
Socio 1.958, José tiene 90 años y debido a esta situación se encuentra solo en casa. Echa de menos al Atleti, al igual que Rafael, socio número 57 y con 92 años, que también permanece solo en su hogar.

Amalia tiene 89 años y relata con orgullo de madre que va con su hijo al fútbol siempre que puede, al igual que nos contó que su marido recibió la Insignia de Oro y Brillantes del club. Mariano, socio 2.867 que tiene 89 años, nos narró con emoción que no se pierde un partido junto a su hijo y su nieto en el Wanda Metropolitano, un ejemplo de cómo la pasión rojiblanca se transmite de padres a hijos.
Miguel, socio número 727, aún recuerda cuando renovaba cada año el abono en la calle Barquillo y su juventud en el Metropolitano.

La historia de María Ángeles y de Francisco es la de una pareja totalmente rojiblanca. Ella socia número 370; él, Francisco, socio número 368. Ambos comparten su pasión por el Atleti desde hace décadas, no sólo en Madrid sino recorriendo todos los campos de Primera para ver a su equipo. Francisco salía los viernes de trabajar y al llegar a casa una pregunta bastaba para iniciar un viaje: ¿Nos vamos a animar al Atleti? Y así fin de semana tras fin de semana que el equipo se desplazaba a jugar fuera, ellos lo acompañaban para animarlo y disfrutar juntos de su afición por nuestros colores-


Pensando en el Atleti
Otro de los colectivos a los que el club está realizando estas llamadas es a los socios discapacitados. El club tiene un total de 154 socios discapacitados con abono en el Wanda Metropolitano y ya hemos hablado con 80 de ellos. Juan José, socio número 787, acude con su hija Yolanda al Wanda Metropolitano. Ella aseguraba que piensan mucho en el Atleti: los partidos, los viajes, las finales….

Luis Manuel, socio 23.034, asegura que está sobrellevando bien esta situación, pero que cuando tiene algún momento bajo de ánimo, vuelve a ver el partido de Champions League de Anfield y se recupera.

Carmela y Víctor, socios 36.025 y 14.748, son un matrimonio atlético que detallan con satisfacción que su nieto Pablo, también abonado, es un gran seguidor rojiblanco que disfruta con ellos en el Wanda Metropolitano.

Desde el Atlético de Madrid continuaremos realizando estas llamadas para interesarnos por los colectivos de socios más sensibles y tratar de insuflarles la energía y ánimo necesarios para sobrellevar esta crisis sanitaria de la mejor manera posible siempre apoyados en nuestros valores de esfuerzo diario, coraje y corazón. ¡Aúpa Atleti!

Los compañeros Jones recuerdan con emoción la figura del polivalente futbolista rojiblanco.
La huella que dejó Miguel Jones en el Atlético de Madrid fue muy grande por sus logros como profesional y su calidad humana. Tras su irreparable pérdida, varios de los que fueron sus compañeros le han recordado con cariño y emoción.

Adelardo Rodríguez se mostró consternado por la marcha de Jones: "Éramos amigos y compañeros desde que llegamos junto a Peiró en el 59. Éramos inseparables los tres. Miguel y yo éramos más jóvenes y a Peiró le llamábamos el tío Joaquín, siempre con mucho respeto y admiración. Como jugador, Jones tenía una cabeza prodigiosa, un remate genial. Como compañero y persona todo lo que diga es poco, era excepcional".

Jorge Mendonça quiso unirse al pésame de la familia atlética por el que fuera su compañero y amigo: "Tenía notìcias de su estado y me temía este desenlace en cualquier momento. Así y todo mi corazón dio un vuelco al leer la notìcia. Era mi amigo, y cuando se va un amigo, se va parte de tí también. La emoción me bloquea la mente. No sé qué decir. Mis lágrimas se van con él, mi querido amigo y compañero". José Elulogio Gárate también quiso despedirse de Jones: "Hace unos días envié un mensaje de voz porque sabía que estaba enfermo. Descanse en paz. Era un buen hombre".

Nos deja a los 81 años de edad una de las grandes leyendas que han defendido nuestra camiseta. Vistió la rojiblanca desde 1959 hasta 1967 ganando una Liga (1965/66), tres Copas (1960, 1961 y 1965) y la Recopa de Europa en 1962.
Hoy es un día triste para la familia rojiblanca. El Atlético de Madrid se encuentra de luto por el fallecimiento de nuestro exjugador Miguel Jones (27 de octubre de 1938, Malabo, Guinea Ecuatorial). El que fuera delantero rojiblanco fallecía a los 81 años de edad. Jones es una de las figuras míticas de nuestro club con 129 encuentros oficiales defendiendo la rojiblanca, formando parte de un equipo que siempre quedará en el recuerdo de nuestros aficionados.

Miguel Jones llegó a nuestro club en 1959 procedente del Indautxu a petición de Fernando Daucik. Jones y debutó el 18 de octubre del mismo año en un encuentro ante el Granada en el estadio Metropolitano. Jones destacó como un gran delantero que gracias a su despliegue físico y a su polivalencia podría ser considerado un comodín para los entrenadores rojiblancos. Así, dadas sus cualidades y gran condición física se le podría ver jugar de delantero, de extremo, de centrocampista y hasta de central.

A lo largo de sus ocho temporadas en nuestro club. En la memoria colectiva de todos los atléticos quedará su gol en la Recopa del 62 ante la Fiorentina – 3-0 y Jones anotó el primer tanto del partido – y el doblete anotado por el de Malabo en el último partido liguero disputado en el Stadium Metropolitano el 27 de marzo de 1966. Aquel día, nuestro equipo se aupó a lo más alto de la clasificación, situación fundamental para conquistar el título. Durante su periplo como rojiblanco Jones anotó 50 goles y conquistó cinco títulos: LaLiga 1965/66, tres Copas (1960, 1961 y 1965) y la histórica Recopa del 62 ante la Fiorentina.

Con la marcha de Jones la familia atlética pierde a otro de los símbolos que lo dieron todo por este club dentro y fuera del terreno de juego. Desde el club, el presidente, consejero delegado y nuestro consejo muestran su más sincero pésame a todos sus familiares y amigos.